jueves, 21 de octubre de 2010

Poemas desgajados 2

Me ilusiono con cuentos infantiles
y abandono el traje de adulto
junto a la ropa sucia.

No existen ni horas, ni facturas,
ni noticias, ni ni ni.

A la puerta llaman,
preguntan por mí
y yo no estoy.

            Me invento que he salido.
El silencio se desliza
por debajo de la puerta
y se filtra por las ventanas.

Me envuelve toda
¡Dios mío! ¡Qué alguien vuelva a llamar!
Permanezco desnuda
y el frío me hiela los pies.
Me pongo unos calcetines.
Otra vez soy quien no quise ser.

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