miércoles, 29 de diciembre de 2010

El regreso de Estudio 1

Ayer hacer zapping resultó ser providencial. Al encontrarme con la 2, La Fisgona Indiscreta tuvo la suerte de ver volver al pasado, emitían Estudio 1. El teatro y la tele otra vez juntas, y saltó de júbilo sobre el sofá. Representaban La viuda valenciana de Lope de Vega. ¡Ay el gran Lope! hoy convertido en clásico. Supongo que si lo supiera una sonrisa se esbozaría en su rostro. Él que tuvo en cuenta el gusto del público, y experimentó un nuevo teatro que dejó perplejos a la Academia. Ahora, todo esto ya ha pasado, y el texto nos parece alejado, desusado, ¡qué equivocados estamos! No dejemos arrastrarnos por estos prejuicios posmodernos, dejémonos seducir por el texto, que a poco que lo escuchemos enseguida nos veremos familiarizados, y sobre todo, dejémonos seducir por esta viudita que con tan sólo una máscara nos demuestra que los juegos sexuales ya se practicaban desde hace tiempo. Gracias, la 2.

martes, 21 de diciembre de 2010

A mi querida Madame de Staël

Cuando la Fisgona Indiscreta pidió el libro de Madame de Staël, Diez años de destierro, para una indagación, después de esperar algún tiempo en la biblioteca de la Universidad de Filología de la Universidad de Barcelona, le entregaron ese libro excluido de préstamo. La edión que tenía entre las manos costaba una peseta, era una pequeña joya. Tenía que hacerse con ella: robarla no sería honesto, ni tampoco fotocopiarla. Más tarde se presentó a La Central, y tuvo la suerte de encontrala por el módico precio de 19 euros. ¡Cómo pasa el tiempo!, de una peseta a unas 3000. Pero la compra de este ejemplar de la editorial Lumen valía la pena. Además era el último que les quedaba.
¿Y por qué realizó esta adquisición? Por las siguientes líneas:

-Mi hermano está quejoso de vos. «¿Por qué -me preguntó ayer-, por qué la señora de Staël no se adhiere a mi gobierno? ¿Qué es lo que quiere? ¿La devolución del depósito de su padre? Lo decretaré. ¿Residir en París? Se lo permitiré. En suma, ¿qué quiere?»
-¡Dios mío! -repliqué yo-. No se trata de lo que quiero, sino de lo que pienso.


En esta escena José Napoleón le pregunta qué desea Madame de Staël, ante la respuesta más tarde ella será desterrada. ¡Cómo le gusta a La Fisgona Indiscreta la gente que piensa diferente! Valientes que incluso son exiliados de sus respectivos países porque tienen algo diferente que aportar. Y Madame de Staël fue una de ellos, un personaje que no resulta muy conocido en España y que vale la pena de conocer.
Es una pena que resulte tan difícil en España conseguir sus libros. Es muy curioso como otro libro suyo como Alemania, tan importante para la literatura comparada esté descatalogado. Por favor, señores editores, si hay alguno que lee estas líneas: hagan un esfuerzo al menos en versión para eBook que la bibliotecaría me mira mal cada vez que la hago ir en busca de libros excluidos de préstamo.

domingo, 19 de diciembre de 2010

martes, 14 de diciembre de 2010

Palabra y Orgullo

Pienso que no hay nada más democrático que la palabra. En estos tiempos en que fluye tan rápida y veloz por vías internáuticas, a muchos nos llega, y muchos la hacemos servir. Al utilizarla, en nuestra intimidad, para comunicarnos con un posible lector anónimo, muchos experimentamos un orgullo debido a la expresión del propio yo. La palabra tiene música, y al componer nuestra propia partitura todos nos sentimos los mejores directores, aunque sea por un breve espacio de tiempo. Puede que a muchos nos ciegue momentáneamente esa gloria, pero es que nos rescata de la masa y nos hace creer únicos.
En la red oímos una polifonía que también se encuentra en la lectura de libros, pero en Internet no se asiste a un recital de escritores consagrados, sino a un coro de pequeñas voces que se alzan también para sentir ese pequeño placer que produce la comunicación por escrito. Muchos de nosotros repasaremos o no lo escrito, tal vez nos encontraremos con verdaderos extraños, y nos preguntaremos: ¿cómo pude escribir eso? Esa misma pregunta, tal vez, ya se la está realizando algún lector más crítico; pero es que la red no pertenece tan sólo a las almas grandes, a las destinadas a pasar a la inmortalidad, la red pertenece a todos, orgullosos de expresarse o no.


La Fisgona Indiscreta

lunes, 13 de diciembre de 2010

El sueño de Cipralex

La Fisgona Indiscreta medita: "El sueño de la razón provoca monstruos, y si tomas Cipralex, se multiplican."

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Molino reabre las puertas

La Fisgona Indiscreta recuerda todavía aquella asociación creada para salvar el Molino. Querían renovarlo para que fuera un teatro para el barrio. Y el Molino se salvó. Y el sueño se trasformó. Hay dos tipos de precio de entrada, una que te da derecho a copa-espectáculo y que sale por 38 euros; y otra, en la que saboreas una cena de diseño mientras aplaudes por tan sólo 78 euros. Y todo eso en 90 minutos.
El Molino ya no enseña ni teta ni culo, tampoco abusa de juegos de palabras picantes. Está más acorde con los nuevos tiempos. Esos tiempos un poco fríos, como la tecnología de la que hace alarde, y como la precisión con la que el espectáculo muestra la historia del mismo teatro. Ya no hay sitio para la improvisación. Pero las lentejuelas, las boas, las plumas, convierten a ese pequeño escenario en un paraíso de frivolidad y por unos instantes te hacen olvidar que hay un mundo fuera que no deja de hablar de la Crisis. No sé que tipo de espectáculo puede relevar al que hay en la actualidad. No sé hasta cuanto tiempo un show de cabaret puede seguir creando colas como las que se contemplan ahora. Tal vez, las sesiones del martes en la que se puede gozar de flamenco me puedan dar una idea. O tal vez, se debería dejar que a las bedettes, como la Terremoto de Alcorcón, tuvieran más tiempo encima del escenario para liberar la gracia característica de las grandes; y desechar los video clips con los que se llena un espacio que enlentece. De todas formas, la Fisgona Indiscreta volverá a ocupar una de sus butacas. Y lo picante para la cola, donde un público de ayer visita el escenario de hoy, y explican como era antes el Molino -de verdad y sin artificio- y que en el Bagdad se come buen marisco: a un hombre le comen la "cigala" mientras saborea una sabrosa almeja.

viernes, 3 de diciembre de 2010

El viaje a Italia

Estaba yo en Roma el 26 de nobiembre de 2010, cavilando entre las ruinas del Capitolio mientras un grupo de japones cliqueaban en pequeñas cámaras retratos que olvidarán en archivos de ordenadores obsoletos, cuando me vino por primera vez a la imaginación la idea de recitar en voz alta el siguiente poema de Quevedo:
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas
y tumba de sí propio el Aventino.

Yace donde reinaba el Palatino,
y limadas del tiempo, las medallas
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades que blasón latino.

Sólo el Tibre quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepoltura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh, Roma, en tu grandeza, en tu hermosura,
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.

Multitud de razas dirigieron la mirada hacia mí. Algunas fruncieron el entrecejo cuando escucharon "Roma", otras sonreían ante la cadena de sonidos que yo proclamaba. Sentí algunos flashes sobre mi figura impertérrita. La misión en Italia concluía. Volví a la multitud y me camuflé en ella.