sábado, 26 de marzo de 2011

Kosmopolis 11

Gracias a un amigo, La Fisgona Indiscreta ha conseguido esta foto. Ayer, ella estuvo en Kosmopolis. Tan sólo pudo ver la conferencia de Magris y la de Lago-Vila Matas. Si en la primera le preguntaban sobre las implicaciones políticas de los escritores, algo que todavía no tiene muy claro la Fisgona que un escritor deba tener. En la otra, se habló en un tono no tan implicado de literatura. Huvo un conexión en directo con un lector-policía desde New York, y fue una de las mejores conferencias a la que la Fisgona ha asistido. Gracia, Lago; gracias, Vila-Matas

miércoles, 16 de marzo de 2011

Fisgoaforismo

Como todo está dicho, lo mejor es repetirlo con tu propio tono de voz. Se crea una nueva melodía que a los espectadores aplaudirán como actual.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Hoy la Fisgona Indiscreta celebra las 1000 entradas al blog




Redescubriendo a Fritz Lang


 
Sería la Fisgona Indiscreta adolescente cuando una película de Spencer Tracy la impresionó enormemente, de tal forma que todavía aún recuerda vivo ese recuerdo de ese día, en concreto, de esa noche, e incluso en su cabezita guarda la  memoria del televiso: el aparato no tenía ni pantalla plana, se cambiaba de canal con el dedo índice, pero se alumbraba cada uno de los 12 o 16 canales que tendría, y estaba revestido de color madera.  De la película cree recordar que el papel que Spencer Tracy interpretaba era acusado injustamente por una masa de gente que lo creía culpable de un asesinato. Ayer, sin ir más lejos, La Fisgona Indiscreta descubrió que la película se llamaba La Furia y estaba dirigida por Fritz Lang, el padre del cine negro americano. ¿Cómo lo supo? Gracias a Wikipedia y porque al ver otra película suya, Metropolis, se preguntó si un cineasta nacionalsocialista de repente era adoptado por Holliwood. Estaba equivocada, quien comulgaba con la ideas de Hitler, era la mujer de éste, que al final él abandonó como a su país natal. Y como si en una película fuera, La Fisgona Indiscreta se imaginaba al propio Fritz Lang teniendo que elegir entre sus ideales o quedarse en casa. Esa es la narración épica a la que la imaginación de la Fisgona tiende. Lo que sí que cree es que el director, en su equipaje rumbo a EEUU, una idea de la masa de borregos descontrolados que no tiende a razones también importó -las dos películas mencionadas anteriormente así lo demuestran-. Y una tendencia a educarlas también. La función social del cine heredada de las vanguardias se manifiesta en ellas. El poder del arte para cambiar el mundo. ¡Dios, qué ingenuidad! Pero, la Fisgona Indiscreta es clemente, y le perdona. Y antes de acabar este apunte, una nota más: ¿no asusta bastante que la típica estampa de la ciudad de Metrópolis se parezca tanto a la Ciudad de la Justicia de Barcelona? Queda pendiente averiguar la posible relación.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Redescubriendo a Griffith



En una lista de películas que se deben ver para adentrarse en el mundo del cine, El nacimiento de una nación está en la cabeza de las que resultan obligatorio de ver. Y ¡sorpresa! La Fisgona Indiscreta quedó perpleja al leer la siguiente reseña de este film: narra entre otras cosas, el surgimiento del Ku Klux Klan y su lucha contra malvados negros para proteger a los blancos norteamericanos. Durante tres horas, La Fisgona Indiscreta no podía creer lo que estaba viendo, y soltó una carcajada en la intimidad de su hogar cuando leía perlas como la siguiente (más o menos hecha la translación): cuando llegaron los negros a EEUU se sembró la semilla de la discordia que separaría a los blancos del norte con los del sur, etc. Luego, en Wikipedia leería que esta peli es importante porque en ella queda establecido un modelo de cine que se perpetuará hasta la actualidad. Resumiendo, que hay que extraer todo el contenido y quedarse con la forma. Lo que dice es basura, cómo lo hace es una obra de arte. Esta peli hizo reflexionar a la Fisgona: primero con la actual película, Secuestrados, donde unos "extranjeros" son los villanos malvados, y segundo con el discurso del PP de Badalona. ¿Cómo esto último? Los de aquí, que somos los buenos, tenemos un orden establecido de una felicidad perpetua como bien retrata las primeras secuencias de la película El nacimiento de una nación. Todo está en paz y en armonía, hasta que viene el desorden exterior de un grupo que no se integra y que además desea con maledicencia las mismas oportunidades que el nativo. La obra de Griffith es de 1915, y en ella era inconcebible el matrimonio entre un blanco y una negra, o una negra con un blanco. Algo me hizo asociarlo con el matrimonio homosexual y no sé qué fue. Luego, en las noticias escuchaba como en las escuelas de Valencia enseñan que la masturbación es algo que origina soledad y hastío. Casi ha pasado un siglo, y puede que no todo haya cambiado tanto como imaginamos. Pero esto tan sólo es una loca asociación de ideas de la Fisgona Indiscreta.

Un flâneur dentro de un gimnasio

Pasó su tarjeta bicing por el lector, éste le señaló el número 24. Mierda, era la bicicleta más alejada de todas las que estaban en fila dispuestas a que algún cliente las cogiera. Pedaleó Rambla del Raval hacia el mar, el carril bicing por un momento desapareció, es como el río Guadiana vuelve a aparecer más adelante. En Santa Mónica abandonó la bicicleta en su parada, y con la mochila colgada a la espalda caminó hacia el gimnasio. Cuando se hobo cambiado de ropa subió las escaleras que conducían a la clase: en el primer piso unos y unas corrían en la cinta, el ritmo de sus pasos marcaba su esfuerzo y el aliento; en el segundo piso otros y otras pedaleaban al ritmo de una música enloquecida dejándose el alma; en el tercero, la puerta estaba cerrada. La abrió, una música suave impedía que los pocos y pocas personas que allí estaban hablaran en voz alta. La clase de Taichí estaba a punto de comenzar. El flâneur que acababa de entrar les explicó el contraste de excitación de un piso a otro. La profesora sonrió y afirmó: -Aquí cada loco con su tema.