jueves, 13 de enero de 2011

Un ejército de arcángeles

La oscuridad de la noche cubría con su negro manto la ciudad, pero éste era amortiguado por la luz de las farolas y el ruido de las pecaminosas almas que a esas horas todavía recorrían las calles. De repente, un ruido extraño fue in crescendo hasta hacerse insoportable para oído humano. Hasta ese momento no se había escuchado nada igual: era el aleteo de infinitas alas de una tropa de arcángeles que descendía al mundo terrestre. Los espectadores de tan apocalíptico espectáculo no daban crédito: este ejército de hermosas criaturas celestiales aterrizaba sobre la ciudad armados con fusiles y pistolas hasta los dientes. Y vieron como una de estos bellos arcángeles se acercaba a un trasunte anónimo y le preguntaba: ¿Eres culpable? Al "presunto" pecador no le daba tiempo a responder: una bala le atravesó el cráneo en un sí agudo que dio punto final a su vida enviándolo derechito al Infierno. Desde el Cielo se oía una estruendosa risa, Dios con sombrero de cowboy celebraba la muerte. Poco a poco, los arcángeles fueron fulminando a todos los "presuntos" pecadores que habitaban la Tierra hasta que ya no quedó ninguno; y el Infierno se superpobló. Las madres antes de dormir a los hijos ya no cantaban que "viene el coco", sino que "viene el arcángel". El mundo se volvió temoroso de un Dios que no tan sólo había creado el peor de los mundos posibles, sino que en su creación también se burlaba de ésta.

1 comentario:

  1. Genial, pero te has saltado el examen por fisgonear demasiado en vez de repasar los apuntes tan magníficos que hiciste.

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