domingo, 16 de enero de 2011

Okupas en Sunset Park

Después de acabar Anna Karenina, la Fisgona Indiscreta se leyó lo último de Paul Auster: Sunset Park. Después de merendarse unas 1000 páginas, 278 le parecieron un aperitivo. Un aperitivo que le dejó cierto gusto reagrio. Tal vez fuera debido a que entre líneas oye la voz del autor neoyorkino que se dirige a un nuevo público, a un público joven que intenta abrirse paso, y que para conseguir sus aspiraciones, en estos momentos de crisis, no tiene más remedio que okupar. En el libro hay otros temas, pero en este, en concreto, la Fisgona Indiscreta cree que Auster peca de ingenuidad. Los ambientes okupas son mucho más noctámbulos, menos románticos y más drogatas de lo que retrata el autor. Al menos, el movimiento okupa que tiene lugar en Barcelona está más impregnado de verborrea idealista para untar las noches alcohólicas, farloperas o porreras. Se respira decepción, decepción por el futuro, decepción por la vida, por sus propias vidas. Muchos de ellos comparten con el protagonista, Miles Heller, la pérdida de ambición, pero en ellos hay tantas posibilidades de descubrir un genio oculto como en el resto de la población. No hay nada especial, tan sólo en su forma de vivir, en su forma de vestir, en su forma de quejarse: algo que saben hacer perfectamente como los niños mimados que resultan ser, ya que muchos de ellos provienen de familias bien situadas, padres que les dieron la posibilidad de ser lo que quisieran en la vida y que cuando visitan donde residen se pregunta en qué han fallado para que la aspiración de su hijo fueran esas: nueva decepción. Los hijos que llevan sus propios genes no son más que eso. Está bien. No hay por qué juzgar. Tal vez, le exigimos demasiado a la vida, y se puede ser feliz con menos. Pero hay decepción. Y en el libro de Auster, el padre ayudará al hijo, como la mayoría de padres; ¿sin resentimiento? Hay algo que la Fisgona Indiscreta no se termina de creer, Auster; pero no es el libro de la Fisgona sino de uno de los mejores narradores de nuestra época.
Nota de la Fisgona: 7,5/10

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